05 Ene ¿Qué es el hipotiroidismo en perros?

Si eres propietario de un perro con unos añitos, quizá te haya recomendado tu veterinario comprobar cómo funciona su tiroides. Por eso, en el artículo de hoy te vamos a explicar desde CV Pozoblanco todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad en tu mascota.

El tiroides es una glándula formada por dos lóbulos, que está situada en el cuello, a ambos lados de la tráquea. Produce una hormona, llamada tiroxina, que interviene en casi todas las funciones vitales del organismo. Cuando esta glándula se altera y, por diferentes motivos, produce menos tiroxina de lo normal es cuando se considera que se  padece hipotiroidismo.

Esta es la enfermedad endocrina más frecuente en perros, junto a la diabetes y a los trastornos de las glándulas adrenales.

Aunque hay algunas razas predispuestas, como el Bóxer o el Golden Retriever, y también formas congénitas, lo más habitual es que se afecten perros, tanto machos como hembras, de cualquier raza y de una edad media a avanzada.

¿Cuáles son los síntomas del hipotiroidismo?

Esta enfermedad progresa de forma lenta y gradual, con signos difusos, poco específicos y similares a otras muchas dolencias.

Pueden aparecer signos tan sutiles como una menor tolerancia al ejercicio y al frío, que se suelen achacar a la edad, o un aumento de peso, que se achaca al menor ejercicio físico. De hecho, el prototipo de perro con hipotiroidismo es un perro mayor, gordito, friolero y tranquilón, con un pelaje feo.

Los problemas dermatológicos son un motivo frecuente de consulta, tanto alopecias simétricas en los costados, en el puente de la nariz o en el rabo, conocida como “cola de rata”; pigmentación de la piel; descamación; infecciones recurrentes, como otitis crónicas, por ejemplo. También pueden aparecer problemas neuromusculares, cardíacos y oftálmicos, como megaesófago, arritmias o depósitos de colesterol en la córnea.

¿Cómo se diagnostica esta enfermedad del hipotiroidismo?

Los signos clínicos pueden hacer sospechar, como, por ejemplo, que no crezca el pelo o crezca de forma irregular después de pasar por la peluquería o haber rasurado para una extracción de sangre o una cirugía. Pero ningún signo es específico ni exclusivo, por lo que hay que hacer pruebas de laboratorio.

Algunas alteraciones en la sangre pueden ser sugestivas de esta patología, como elevación de las transaminasas hepáticas o del colesterol.

Los valores totales de tiroxina en sangre (T4t, T4l, T3) pueden disminuir por otras enfermedades diferentes del hipotiroidismo; a esto se conoce como eutiroideo enfermo. Significa que el animal tiene otra enfermedad, que afecta de forma indirecta al tiroides, pero que su tiroides funciona correctamente. En estos casos, la resolución del problema principal hace que se normalice el tiroides; en realidad, no es un verdadero hipotiroideo y no necesita tratamiento para el tiroides.

Por lo tanto, para el diagnóstico es necesario que coincidan valores bajos de tiroxina con valores altos de otra hormona, la TSH, que es la hormona que produce la hipófisis, en el cerebro, para estimular al tiroides.

En resumen, valores normales de tiroxina, descartan un hipotiroidismo; valores bajos de tiroxina exigen un protocolo diagnóstico para confirmar si se padece hipotiroidismo u otra enfermedad.

¿Tiene tratamiento el hipotiroidismo?

Sí, por supuesto. Y es relativamente sencillo, puesto que el tratamiento consiste en la suplementación diaria con tiroxina.

Pasado un mes de iniciar el tratamiento, se ajusta la dosis con nuevas analíticas y, una vez estabilizada la enfermedad, serán necesarios controles semestrales, que los incluimos dentro de los chequeos geriátricos habituales.

La única precaución que hay que tener es que esta medicación se tiene que dar en ayunas, 2-3 horas antes de la primera comida, y el control analítico tendrá que hacerse entre 4 y 6 horas después.

La resolución de los síntomas es progresiva. Al mes ya se empieza a notar mejoría. Los problemas cutáneos pueden tardar hasta 6 meses en resolverse, por lo que el veterinario prescribirá champús, lociones, antibióticos o suplementos para ayudar en su resolución.