Qué debes saber sobre la diabetes

La diabetes es una de las enfermedades endocrinas más frecuentes en perros y gatos.

Se caracteriza por tener valores anormalmente altos en sangre, lo que vulgarmente se conoce como “azúcar”.

¿Por qué se produce la diabetes?

Existen dos tipos de diabetes:

-La tipo I o  diabetes que necesita inyecciones diarias de insulina: se debe a que el páncreas ha perdido parte de su función y no segrega suficiente insulina. Es la forma más habitual en mascotas.

-La tipo II o diabetes que no necesita tratamiento con insulina: en estos casos, el páncreas produce la cantidad necesaria de insulina pero existe alguna condición que hace que los tejidos se vuelvan resistentes a su efecto, tales como la obesidad u otras hormonas, como la progesterona o los corticoides.

¿Cómo puedo saber si mi perro o gato padece diabetes?

Los signos que nos deben alertar se conocen como las tres P:

Polifagia: aumento del apetito.

Polidipsia: aumento de la sed.

Poliuria: aumento de la producción de orina.

Y, si la enfermedad está más avanzada, una cuarta P: pérdida de peso.

Existen otras enfermedades que comparten estos síntomas pero, si tu mascota presenta alguno de ellos, debes acudir a tu veterinario para que lo examine y realice una analítica de rutina. Su diagnóstico es muy fácil: valores muy altos de azúcar en sangre y presencia de azúcar en la orina.

¿Qué consecuencias puede tener una diabetes no diagnosticada?

En muchas ocasiones, el motivo de consulta es haber notado que la orina de la mascota es algo pegajosa o que su aliento huele como la fruta madura. En estos casos, debes acudir con urgencia al veterinario, pues tu mascota puede estar sufriendo una acidosis cetoacidótica, una complicación muy grave que le puede costar la vida.

Menos grave, pero sí muy importante, es la degeneración a cataratas diabéticas, que se desarrollan con rapidez si no se trata a tiempo la enfermedad y que provoca ceguera.

Si mi mascota padece diabetes, ¿es muy complicado el tratamiento?

En algunos casos, una dieta baja en hidratos de carbono y rica en proteínas y fibra, el aumento del ejercicio y un programa de pérdida de peso pueden hacer que se controlen los valores de glucosa y que no sea necesario inyectar insulina.

En otros casos, cuando la diabetes se produce en hembras al terminar el celo, un tratamiento hormonal para reducir la progesterona, seguido de la esterilización para que no presente nuevos celos, puede curar la diabetes en muchas hembras.

La mayoría de las veces, la mascota necesitará inyecciones diarias de insulina de por vida, un plan estricto de alimentación y un programa de ejercicios diarios. Cada vez contamos en el mercado con insulinas mejor adaptadas a las mascotas y otras herramientas que facilitan el tratamiento de esta enfermedad a largo plazo, manteniendo la calidad de vida del animal y de sus cuidadores.

¿Se puede prevenir la diabetes en perros y gatos?

Igual que en personas, existe una relación muy importante entre la diabetes y el sobrepeso. Por tanto, mantener a tu mascota en una condición corporal adecuada1, reduce el riesgo de desarrollar diabetes.

También lo predispone el consumo de alimentos ultraprocesados, dietas altas en carbohidratos (ingrediente que es más económico y del cual abusan algunos piensos) y chuches o premios que se utilizan rutinariamente como recompensas. Por tanto, el consumo de piensos bien formulados, con proteínas de alto valor biológico, enriquecidas con fibras y el valor justo de hidratos de carbono y grasas, ayuda a mantener el peso corporal y reducir el riesgo de desarrollar diabetes.

La esterilización de las hembras antes de la pubertad o entre el primer y segundo celo, también evita las diabetes debidas a resistencia de la progesterona, aunque no hay que olvidar el factor peso, pues las hembras esterilizadas tienen más tendencia a engordar y habrá que medir correctamente su ración.

Evitar el sedentarismo: el ejercicio físico ayuda a “quemar” glucosa y a “quemar” grasa corporal, con lo cual al organismo le resulta más fácil regular los niveles de glucosa en sangre.

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