23 Sep ¿Pueden los perros sufrir depresión postvacacional?
El verano va llegando a su fin y con él las vacaciones, el buen tiempo y la diversidad de actividades que, la mayoría, realizamos en estas fechas. Acostumbrarse a la nueva rutina no es fácil para nosotros: el trabajo, los horarios, la responsabilidad, etc.
En la CV Pozoblanco entendemos que adaptarse a la nueva rutina después de las vacaciones no es fácil, ni para nosotros ni para nuestras mascotas. Por eso, vamos a explicar cómo afecta la depresión postvacacional a nuestros perros y cómo podemos solucionar este problema para ayudarles a adaptarse mejor.
¿cómo afecta la depresión postvacacional a nuestras mascotas?
Durante las vacaciones hemos pasado más tiempo con nuestras mascotas, en particular, con nuestros perros. Es posible que no nos hayamos separado de nuestro perro en todo el día.
Salimos más y realizamos más actividades al aire libre: paseos, playa, campo, piscina, excursiones, etc. Esto supone un aumento considerable del tiempo que pasamos juntos y del ejercicio que realiza nuestro perro. El fin de las vacaciones tampoco es fácil para ellos.
Los perros necesitan rutinas. La rutina les proporciona seguridad. Romper esa rutina puede hacer que se sientan confundidos con el cambio y provocarle un alto nivel de estrés. También la disminución del ejercicio físico puede hacer que tengan un exceso de energía que no saben cómo gestionar.
Principales signos de la depresión postvacacional en perros
El síndrome postvacacional se manifiesta en el perro con signos de tristeza, irritabilidad, letargo y falta de apetito. Muchos pueden mostrar signos de hiperapego.
¿Tu perro te sigue a todos lados, no te pierde de vista? ¡Cuidado! Estos no son señales de que nos quieren mucho. Tu perro te está diciendo que no se siente bien. Confundir estos signos y reforzarlos alegrándonos de cuánto nos quiere, puede llevarle a padecer el síndrome de ansiedad por separación. Algunos síntomas de esta patología son recibirnos con un exceso de alegría al llegar a casa, ladrar cuando están solos, destrozar objetos, arañar puertas, orinar o defecar dentro de casa, entre otros.
¿Sabes cómo ayudar a tu perro a gestionar la depresión postvacacional?
El viaje de vuelta siempre cansa, más si es en tren, avión o autobús. Piensa que él va todo el tiempo sentado o metido en un transportín. Esto puede llegar a ser agotador, unido a la confusión por el cambio de rutinas.
Haz paradas por el camino. Deja que se airee. Coloca comida y agua en el transportín y ten mucha paciencia.
Los primeros días es normal que esté un poco alicaído. Puedes ayudarle a adaptarse a la nueva normalidad siendo más cariñoso y efusivo con él. Introduce paulatinamente rutinas de paseo y comidas. Hazle entender que nuestra disponibilidad no es absoluta; por mucho que lo queramos, tendremos que ausentarnos por trabajo u otras circunstancias.
Comprende que, para un perro, el tiempo compartido con su tutor es motivo de felicidad. Aprovecha después del trabajo y los fines de semana para dar largos paseos o hacer alguna excursión.
Estimula su actividad cerebral entrenando, enseñándole algo nuevo o regalándole juguetes nuevos. Los tipos Köng, en los que se introduce comida o premios, son ideales para entretenerse cuando están solos.
Si pasados unos días persiste la tristeza, irritabilidad o inapetencia, acude a un veterinario. No confundas síntomas de enfermedad con estrés postvacacional.
Si quieres saber más sobre cómo ayudar a tu perro a gestionar el estrés postvacacional, puedes encontrar más información en la página web de la Clínica Veterinaria Pozoblanco.
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