04 Jul Los daños ocultos del sol en nuestras mascotas: Qué debemos hacer
Llega el verano y no dejamos de escuchar cómo debemos protegernos del calor para evitar cansancio, deshidratación, golpes de calor o quemaduras.
Respecto a nuestras mascotas, que tienen una temperatura corporal más alta que la nuestra, el cuerpo recubierto por mayor o menor cantidad de pelo, en ocasiones de color oscuro, y no tienen capacidad para sudar, cómo debemos proporcionarle sombra, un ambiente más fresco y húmedo, ofrecerle agua con frecuencia, pasearlo fuera de las horas centrales del día o refrescarlo humedeciendo su pelaje.
Si con frecuencia olvidamos ponernos protector solar de forma rutinaria, más allá de cuando nos tumbamos en la playa a “tostarnos”, ¿quién piensa que tiene que poner protector solar a su mascota?
Hoy queremos, precisamente, hablaros del gran olvidado: el daño que las radiaciones ultravioleta pueden provocar en nuestros animales.
LA DERMATITIS ACTÍNICA
Aunque nos parezca que nuestra mascota está protegida por su pelaje, no todos los animales ni todas las partes de su cuerpo tienen un pelaje suficientemente denso como para protegerlo.
La nariz y las orejas son dos de las partes más afectadas, sobre todo en animales de pelaje corto y orejas erguidas. Lógicamente son zonas expuestas a las radiaciones de forma perpendicular al estar en los extremos del animal y en su parte superior.
Sin embargo, los rayos solares, como cualquier radiación, choca contra el suelo y “rebota”, incidiendo en la zona del abdomen y cara interna de las piernas, zonas donde, precisamente, la mayoría de perros tienen menos pelo.
Por eso, estas tres son las zonas donde más frecuentemente encontramos lesiones producidas por la exposición al sol:
- Quemaduras, que pueden ir desde un ligero enrojecimiento o quemadura de primer grado, hasta grandes ampollas y úlceras, correspondientes a quemaduras de tercer grado.
- Alergia al sol, que suele aparecer como una urticaria, con enrojecimiento y mucho picor cuando se toma el sol, pero que desaparece después de unos días necesitando, en ocasiones, tratamiento con corticoides o antihistamínicos.
- Dermatitis actínica, que consiste en lesiones en la piel que persisten de forma crónica, aunque ya no se esté expuesto al sol.
- Tumores, provocados por el daño que producen las radiaciones en el ADN de las células. Los más conocidos en personas son los melanomas. En nuestras mascotas, también pueden provocar melanomas aunque, los más frecuentes, son los carcinomas de células escamosas.
EL CARCINOMA DE CÉLULAS ESCAMOSAS
Debemos conocer dos efectos importantes de todas las radiaciones ionizantes, sean las solares, las producidas por los rayos X, u otras.
- Producen daños irreparables en el ADN; este es el material genético de las células. Cuando éstas se reproducen, todas las células hijas tendrán ese mismo daño en su ADN.
- Los daños son acumulativos. Esto quiere decir que si en una exposición al sol se ha producido un daño, que todas las células hijas heredan, en otra exposición se producirá un segundo daño, que todas las células hijas heredarán y así sucesivamente, llegando un momento en el que pueden haber células con un ADN tan dañado que se convierta en una célula tumoral.
Esta es una forma sencilla de explicar cómo se producen los tumores en la piel, que están relacionados con la exposición al sol.
La mayoría de las veces, estas lesiones empiezan como una pequeña herida en la punta de las orejas o de la nariz, que el propietario trata de curar pero que nunca cicatriza o se reproduce, o como una pequeña verruga en la parte de la barriga, llegando a consultar al veterinario, en ocasiones, cuando el tumor está avanzado.
¿QUÉ DEBO HACER PARA EVITAR LOS DAÑOS OCULTOS DEL SOL EN NUESTRAS MASCOTAS?
- Si tu mascota tiene un pelaje abundante o te desespera la caída del pelo durante el verano y lo llevas a la peluquería, pide que no lo rapen en exceso, sobre todo si tiene capa de color claro. Es como si nosotros llevásemos puesta una camisa.
- Si a tu mascota le encanta tomar el sol, procura que no lo haga en las horas centrales del día, que no esté mucho tiempo tumbado al sol ni lo haga a través de cristales, que puedan hacer efecto lupa.
- Si es de color claro o tiene poco pelo, aplica protector solar en sus orejas, nariz y zona abdominal antes de sus horas habituales de tomar el sol y antes de salir a pasear, especialmente si los paseos son largos o si vais a la piscina o la playa.
- Cuando estéis al aire libre, proporciónale una zona con sombra y oblígalo a descansar en esa zona, por mucho que le guste estar al sol.
- Consulta con un veterinario dermatólogo ante cualquier problema que tenga tu peludito en la piel, por insignificante que te parezca. No siempre las lesiones más aparatosas son las más graves.
Si tienes cualquier consulta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de atenderte.
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