La ansiedad por separación en perros: signos y prevención

La ansiedad por separación en perros: signos y prevención

Con frecuencia, oímos hablar de perritos que sufren ansiedad por separación. Es cierto que hay razas más predispuestas a padecerla. También se ve más en perros que proceden de protectoras. Pero la realidad es que nuestra conducta hacia ellos es determinante.

Reconozcamos que a todos nos gusta que nuestra mascota nos quiera un montón, que nos eche de menos y que se alegre muchísimo de vernos. Desde nuestro punto de vista, esto es una manifestación de cariño. Sin embargo, desde el punto de vista “perruno” estos son signos de ansiedad. Y como cualquier trastorno psicológico, no suele resolverse solo y mal gestionado o no tratado, se va agravando.

¿Cómo sospechar si mi perro tiene ansiedad por separación?

En primer lugar, debemos reconocer si nuestra mascota muestra signos de hiperapego hacia nosotros o hacia alguna persona de la familia: nos sigue a todos lados, no nos pierde de vista, nos recibe de forma efusiva, se pone nervioso cuando nota que nos vamos a ir, …

En segundo lugar, observar su comportamiento en nuestra ausencia. Puede ser de gran ayuda colocar una cámara de vídeo o preguntar a los vecinos. El perro puede mostrarse triste y depresivo, esconderse, gimotear o arañar la puerta y ladrar sin parar. En casos más graves, puede destrozar objetos de la casa y hacer sus necesidades dentro.

En tercer lugar, observar su comportamiento cuando regresamos. Un recibimiento excesivamente efusivo y mostrarse excitado durante un buen rato también es un síntoma de este trastorno. Aunque si en ocasiones anteriores lo hemos castigado por su conducta, puede mostrar signos de miedo o, lo que nosotros interpretamos como arrepentimiento o culpa.

¿Cómo podemos prevenir la ansiedad por separación?

Es fundamental acostumbrar a los cachorros a estar solos, durante periodos de tiempo cada vez más largos. Incluso encontrándonos en casa, debemos proporcionarle un lugar separado de la familia.

Proporcionarle juguetes especialmente diseñados para entretenerse, como los tipos Köng, estimula su cerebro y los acostumbra a no necesitar compañía todo el día. Puedes encontrar muchos modelos en Internet.

Conocer el comportamiento normal para la raza es fundamental.  Hay razas deportistas que necesitan la oportunidad de sacarlos a correr. Y razas que necesitan más una estimulación mental mediante ejercicios de adiestramiento. Conocer sus instintos y proporcionarle oportunidades para que los desarrollen es nuestra responsabilidad.

No dar señales al perro de que vamos a ausentarnos. Aunque él aprende pronto a reconocer nuestras rutinas, el despedirnos de él le está dando información de que vamos a ausentarnos mucho tiempo; puede percibir que nos sentimos preocupados y darle, sin querer, el mensaje de que debe esperarnos y echarnos de menos.

Debemos dejarle un sitio cómodo y un juguete interactivo para que tenga la mente ocupada en nuestra ausencia. Podemos dejarle alguna ropa vieja con nuestro olor, para que se sienta acompañado.

También debemos entrar en casa sin prestarle atención. Nada de besos, caricias, carantoñas y juegos que lo exciten o sacarlo enseguida a la calle. Cuando llevemos un ratito dentro de casa y veamos que el perro está tranquilo, entonces es cuando hay que prestarle toda la atención y recompensarlo por haber sabido esperar.

¿Y si en nuestra ausencia no se ha portado bien?

-Es frecuente pensar que los ladridos o los destrozos ocasionados son para llamar nuestra atención.

-Que orinarse en casa o defecar delante de la puerta o en nuestra cama es una venganza por haberlo dejado solo.

-También que agacharse, esconderse o llorar cuando llegamos es una forma de pedirnos perdón.

Nada más lejos de la realidad. Si pensamos con “cerebro de perro”, los primeros son signos de estrés y ansiedad. Nuestro perro nos está diciendo que siente angustia y lo pasa muy mal. Y los segundos son signos de miedo, consecuencia de enfados, riñas o castigos anteriores, que no hacen más que aumentar su angustia y agravar el problema de ansiedad.

¿Qué debemos hacer si nuestro perro muestra estos signos?

Como ves, el hiperapego evoluciona a ansiedad por separación y esta, con el tiempo, sólo va empeorando, nunca mejora por sí sola.

Así que debes acudir lo antes posible a un veterinario que evalúe la conducta de tu mascota y te dé directrices a seguir y vaya controlándolo en el tiempo. En ocasiones, puede necesitar medicación o ser remitido a un especialista, llamado etólogo.

Debemos incentivar el acercamiento hacia otra persona de la familia, que palíe la ausencia de la persona hacia la cual muestra el hiperapego.

No es buena idea adoptar otro perro que le haga compañía. La dependencia es hacia las personas o una persona concreta, por lo que estar con otro perro no va a solucionar el problema de sentirse desprotegido.

Tu mascota necesitará toda tu paciencia y cariño para superar su problema. Tu colaboración es esencial para el tratamiento de este trastorno psicológico.

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