La importancia de la nutrición de un cachorro

La importancia de la nutrición de un cachorro

En un post anterior os explicamos la importancia de la alimentación de la madre en la salud futura del cachorro y cómo alimentar al cachorro en su etapa de lactante.

Hoy veremos cómo debemos alimentar a nuestros cachorros cuando se hacen independientes.

La transición a la dieta sólida de un cachorro

La edad a la que debemos empezar a incorporar suplementos a la leche materna depende mucho de si son gatos o perros y si estos son de raza grande o pequeña. También de la época del año, pues los cachorros nacidos en primavera pueden destetarse, por lo general, un poco antes.

La mayoría puede empezar a comer algo sólido a partir de las tres semanas de edad. Lo ideal es que sigan mamando y sea la madre la que les enseñe a comer su propia comida que, como dijimos en el post anterior, debe ser una dieta de destete o de cachorro en esta etapa de su vida, que cumplan los requisitos de alta digestibilidad y alta energía, entre otros. Las dietas de destete (Starter) se asemejan más a la leche materna y permiten una transición más suave.

El destete del cachorro

Esta etapa se refiere al momento en que el cachorro deja de mamar y es autónomo en su alimentación.

Suele coincidir con el momento de la retirada de la madre, en muchas ocasiones.

Según el tamaño de la raza y la época del año, puede hacerse alrededor del mes y medio a dos meses de edad; las razas grandes pueden destetarse un poco antes que las pequeñas y también si nacen en primavera, en comparación con las camadas que nacen en otoño.

Es muy importante no retirar al cachorro de la madre y sus hermanos antes de esta edad, no solo por los posibles trastornos alimentarios e inmunitarios que pueda sufrir sino, también, porque es una etapa fundamental para su socialización, que no puede ser sustituida por el ser humano, y que puede acarrear problemas de conducta en el futuro.

Especialmente en los gatos, esta separación de la camada no debe hacerse antes de los dos meses de edad.

La nutrición de los 2 a los 6 meses de vida de un cachorro

Se debe hacer una transición lenta de la dieta de lactante a la de cachorro, mezclando ambos alimentos e incrementando muy poco a poco el nuevo alimento con respecto al anterior a lo largo, al menos, de una semana. Esta transición gradual, además de facilitar la adaptación, incrementa la cantidad de bacterias beneficiosas en el intestino, como Turicbacter y Faecalibacterium.

Debemos empezar ofreciendo la comida 4 veces al día, reduciendo a 3 conforme vaya creciendo.

También debemos ofrecer la dieta en diferentes formatos: pienso seco, mouse, paté o granos húmedos, especialmente en gatos, que no aceptarán ciertos sabores o texturas de adultos si no las han comido de cachorros.

Las dietas de cachorro potencian el desarrollo músculo-esquelético, proporcionando niveles adecuados de proteína, calcio y fósforo, pero deben evitar el sobrepeso o un crecimiento excesivamente rápido, especialmente importante en perros de raza grande, pues predispone a patologías del aparato locomotor, como displasias y osteoartritis.

No todo es crecimiento

Un aspecto que no se suele tener en cuenta es el vacío inmunitario. Esto se refiere a que, en estos primeros meses, la inmunidad recibida a través del calostro (inmunidad pasiva) va desapareciendo,  a la vez que empiezan a desarrollar su propia inmunidad. Esto hace que, en esta etapa, los cachorros sean especialmente susceptibles a infecciones víricas, como el parvovirus, en perros, o la rinotraqueítis, en gatos.

Es por ello que es tan importante la alimentación en esta etapa, que debe aportar suficiente energía y potenciar el desarrollo inmunitario, aportando vitamina C, vitamina E,  ácidos grasos omega 3 y prebióticos, entre otros macronutrientes.

En esta inmunidad, juegan un papel relevante las bacterias. Las dietas para cachorros deben incorporar prebióticos. Estos prebióticos son fibras que pasan al colon sin ser digeridas pero que son el alimento de bacterias beneficiosas, modulando, por tanto, la microbiota del animal: mejoran la absorción de nutrientes, estimulan el sistema inmunitario y tienen efecto antidiarreico. Un ejemplo de prebiótico es la pulpa de remolacha.

En situaciones de estrés, como es el destete o viajes, y en cuadros digestivos agudos, es interesante el aporte de probióticos, es decir, bacterias vivas del tipo Bifidobacterium, Enterococcus faceum, Lactobacilus, que mejoran la integridad de la mucosa intestinal, estimulan las defensas, reducen la sintomatología y el uso de antibióticos.

Como podéis apreciar, la NUTRICIÓN es toda una ciencia, compleja y en continua evolución, gracias a las continuas investigaciones que se realizan en este campo.

Piensa que la comida no sólo es un alimento.  Este artículo es un pequeño reflejo de los aspectos en los que influye la NUTRICIÓN.

Consulta con un nutricionista o veterinario interesado en esta faceta de la profesión para elegir el mejor alimento de tu mascota y ten mucho cuidado con las modas y noticias dudosas que corren por Internet.

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