21 Mar Artrosis en perros: Conceptos importantes que hay que saber
Según un estudio reciente de la Universidad de Carolina del Norte, el 40% de perros menores de 4 años tiene signos radiológicos de osteoartritis y, de estos, el 60% padecen dolor crónico relacionado con esta enfermedad.
Pero ¿qué es la artrosis?
El nombre correcto de esta enfermedad es osteoartritis. Es una enfermedad degenerativa irreversible de las articulaciones.
Para explicarlo de forma sencilla, los cartílagos que recubren el hueso se inflaman; con el tiempo, se van resquebrajando y terminan gastándose o rompiendo en algunas zonas, permitiendo que roce hueso con hueso, lo cual provoca dolor y más inflamación, retroalimentando el proceso degenerativo.
¿Y la artrosis en perros no es algo normal en animales viejos?
Esta frase resume dos conceptos que tenemos sobre la artrosis y que son totalmente incorrectos.
Por un lado, pensar que la artrosis es un proceso normal del envejecimiento. Y por otro, pensar que sólo afecta a animales de edad avanzada. De hecho, muchas malformaciones articulares, como displasia de cadera o codo, luxaciones de rótula, … o lesiones traumáticas, degeneran en artrosis en edades tempranas.
El que la osteoartritis o “artrosis” sea muy frecuente, igual que en personas, no debe hacernos menospreciarla y no considerarla como lo que realmente es, una enfermedad degenerativa muy dolorosa e incapacitante.
¿Cuáles son los síntomas de la osteoartritis?
Los signos clínicos son dolor en la articulación, que puede notarse o no inflamada. No siempre provocará cojera. La limitación en algunos movimientos, como dificultad para levantarse o acostarse, reticencia a subir o bajar de ciertos sitios; y los cambios de actitud y de estado de ánimo, son algunos de los síntomas más frecuentes.
Los animales son excepcionales aguantando el dolor, lo cual no quiere decir que no lo sufran, sino que no se quejan. A veces, lo manifiestan pasando más tiempo en reposo, sentándose en mitad de un paseo o queriendo volver a casa, por ejemplo; en otras ocasiones, pueden mostrar un carácter agresivo sin motivo aparente. Incluso teniendo dificultad para acostarse.
Esto es especialmente importante en gatos, puesto que la cojera no es un signo frecuente en ellos.
¿Cómo puedo saber entonces, si mi mascota padece osteoartritis?
Sólo el 50% de los propietarios cuyos animales padece osteoartritis, son capaces de detectar los síntomas.
Además, la osteoartritis evoluciona con fases de reagudización y fases de remisión espontánea, con lo cual podemos creer que el problema ya se ha solucionado y que fue debido a algún traumatismo o mal movimiento durante el juego.
Por ello, es interesante rellenar las encuestas que a tal efecto nos presentan en la clínica veterinaria, durante revisiones rutinarias, para seleccionar qué animales son compatibles con padecer esta enfermedad.
Para diagnosticar la osteoartritis es necesario realizar radiografías de las articulaciones, preferiblemente bajo sedación, e incluyendo la columna vertebral y un examen ortopédico minucioso.
¿Cómo se trata la artrosis?
Ante todo, no hay que olvidar que la osteoartritis es un proceso degenerativo activo. Esto quiere decir que, aunque no haya síntomas, la degeneración articular sigue avanzando.
En las fases activas, en las que predomina el dolor y la inflamación, es importante el uso de diferentes antiinflamatorios y analgésicos y, quizá, la restricción del movimiento.
Pero durante las fases de “reposo” no podemos olvidar continuar con el tratamiento, que incluirá una alimentación apropiada; adelgazamiento, si nuestro animal presenta sobrepeso; ejercicio controlado, para evitar la atrofia muscular; condroprotectores, ácidos grasos omega 3 y otros suplementos nutricionales para nutrir los cartílagos; y, en algunos casos, antiinflamatorios y analgésicos de forma crónica.
Para casos avanzados, disponemos en Veterinaria de anticuerpos monoclonales para control del dolor crónico, que se administran como inyección mensual, no poseen efectos secundarios y su efectividad analgésica es muy alta.
¿Puedo hacer algo para evitar o retrasar la artrosis en mi perro?
Un factor predisponente y agravante de la artrosis es la obesidad.
Una alimentación adecuada, adaptada a cada etapa de la vida de nuestra mascota, calculando bien la ración diaria y una rutina de ejercicio diario, hará que nuestra mascota tenga una buena condición corporal y muscular, lo cual reducirá el riesgo de padecer esta enfermedad. Y, en caso de padecerla, disminuirá considerablemente sus síntomas y la gravedad de los mismos.
Además, es importante la detección temprana de anomalías congénitas en el desarrollo músculo-esquelético. Para ello, deberás pedir a tu veterinario una exploración ortopédica y examen radiográfico detallado. Él te indicará qué ejercicio debe o no hacer, si su problema tiene una solución quirúrgica, o si debe empezar a tomar alguna medicación.
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